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¿Cómo pintar mi casa por dentro con colores de moda?

Por su efecto transformador, la pintura es una solución eficaz a multitud de problemas estéticos que, de una forma u otra, restan personalidad y carácter al hogar. Porque los colores envejecen, pierden fuerza, pasan de moda, y necesitan actualizarse con el paso del tiempo. Pero a diferencia del mobiliario, renovar la pintura es un proceso fácil y económico donde la experimentación siempre es bienvenida.

En foros y redes sociales proliferan consultas del tipo «¿cómo pintar mi casa por dentro con colores de moda?» que demuestran el interés que sigue despertando este aspecto de la decoración. No hay que infravalorar su importancia por ser una obra menor: la cromoterapia nos enseña la influencia de los colores sobre las emociones y el bienestar humano. Su elección no debe tomarse a la ligera.

Antes de ponerse manos a la obra, es importante saber qué se lleva y por qué en la pintura de interiores. Se imponen neutros como el terracota, pero también los verdes y azules suaves o las propuestas duotono, que darán mucho de qué hablar esta temporada.

6 colores de moda para pintar la casa a la última

Sí al terracota, sí a la calidez

La búsqueda de estilo y naturalidad está impulsando a propietarios e inquilinos a adoptar el terracota para sus paredes. Pocos colores transmiten tanta calidez y rusticidad en entornos domésticos. Con razón, fue uno de los colores de moda para pintar la casa durante la pasada primavera.

De aspecto similar a la arcilla cocida, la terracota se obtiene combinando rojos y marrones. ¿Por qué sigue en boga? Armoniza con textiles y materiales ecológicos como la madera, las calizas y la fibra natural, presentando un bello contraste con el hierro fundido, por citar un ejemplo.

La pureza y luminosidad del blanco

«El más puro de los puros». Así lo definen desde Pantone, y no les falta razón: el blanco es la suma de todos los colores luz. Cuando se desea pintar la casa con colores adecuados, sin estridencias, el blanco es una garantía en toda regla. Por su complementariedad con estucos, mármoles y yesos, es una propuesta en la que siguen confianza interioristas de todo el mundo.

Blancos hay muchos, además: desde el marfil, el tiza y el crema, hasta el off-white, el hueso o el seda. Dependiendo de cómo se aplique, se obtienen distintos acabados, como vemos en las paredes con gotelé. Sin lugar a dudas, un eterno must que pasa de generación en generación y que este año volverá a protagonizar más de un tablero en Pinterest.

Verde que te quiero verde

Sentir el sosiego de la naturaleza en el propio salón o dormitorio es posible: los verdes suaves son colores idóneos para pintar las paredes interiores. Su acabado armoniza con el blanco y otros colores más vivos, como el rosa o el naranja, siendo una propuesta compatible con recibidores y salas de juegos.

Verdes como el ópalo, el salvia, el Dim Green o el gris verdoso son colores actuales para pintar una casa interior de forma original. Además, estos colores transmiten una sensación de paz y de tranquilidad que se contagia al estado de ánimo.

Paredes duotono para escapar de la monotonía

Que un color monopolice todas las paredes es un error común al decorar el hogar. ¿Una solución eficaz? Las paredes duotono, un recurso excelente para alternar dos colores próximos en el círculo cromático (blanco y beis, rosa palo y blanco marfil, gris claro y verde agua, etcétera).

Con ello, se obtiene un resultado dual que sorprenderá a las visitas y beneficiará al resto de elementos decorativos. Por ejemplo, mejora la transición de una estancia a otra. También establece una división sutil entre la pared y el zócalo o el parqué. Si todavía te preguntas de qué color pinto mi casa por dentro, un enfoque duotono podría ser un revulsivo contra la monotonía de las propuestas únicas.

Azules neutros, siempre refrescantes

El gusto por el color neutro es una tendencia de pintura en paredes con un largo recorrido. Que los azules más apagados y relajantes estén de moda no deja de ser lógico. Se estilan especialmente en dormitorios y oficinas para dotarlas de serenidad. También suponen una ‘pincelada’ creativa y personal, especialmente apta si la decoración acompaña.

Colores opuestos: dinamismo garantizado

Los más inconformistas se sentirán identificados con esta tendencia: el uso de colores opuestos para la pintura de paredes es una decisión inteligente cuando se desea acentuar el contraste entre suelos, paredes y techos. En viviendas de estilo moderno y vanguardista, la elección de colores muy contrastados (naranja y azul, rojo y verde, etcétera) es una inyección de dinamismo. Ni qué decir tiene que constituye un recurso útil para dividir estancias, sin necesidad de recurrir a mamparas y biombos que entorpezcan el tránsito.